夕暮れ Atardecer (yūgure)
De inmediato ella sintió el calor subirle a las mejillas y desvió la mirada de la bellisima escena frente a ella.
"¿Cuál brillo?"- pregunto ella desesperada por encontrar algo para cambiar el tema. Las cortinas estaban corridas y afuera podía ver a las personas caminar hacia cualquier lugar; una pareja tomada de las manos, se detuvieron y compartieron un breve beso y continuaron caminando hacia algun sitio donde seguramente compartirían algo más que un breve beso.
"Ese brillo... ahi en tus ojos"- dijo él casi en un susurro.
Ella, que había estado observando a la pareja, no sintió cuando él se había acercado a una distancia demasiado peligrosa para el gusto de ella; aunque en verdad cualquier distancia era peligrosa entre él y ella.
Ella solto un chillido muy poco femenino y volvio a poner una distancia entre él y ella.
"¿Por qué haces eso?"- dijo él regresando al sillón y sentandose con la soltura que ella había comenzado a asociar con todos y cada uno de los movimientos que él hacía.
"¿Hacer qué? ¿Gritar"- pregunto ella tratando de sonar ofendida; esa era la unica manera que se le ocurría para evitar lidiar con los pensamientos que se le agolpaban en ese momento en la cabeza.
"Alejarte"- dijo él -"Lo has estado haciendo mucho últimamente... De hecho, por eso vine"- la miraba con esa intensidad que ella solo podía imaginarse en los ojos de él.
¿Qué le iba a decir ahora? Ya se lo imaginaba : 'Me alejo de ti porque le haces cosas raras a mi cabeza, porque mi corazón late a mil por hora, cada vez que te acercas a mi, por mas cursi que suene, y no sé que hacer con esto que siento y que de hecho he sentido desde hace casi 6 años'. Si claro, porque no decirle eso.
Él continuaba mirandola y ella se dio cuenta que no habría manera de escapar esa pregunta solo con pretender que no había respuesta.
"No me alejo"- contesto ella desviando la mirada y comenzando a caminar hacia la ventana que era lo más lejano de él que ella podía permitirse.
Él la miro hacer el recorrido hasta el ventanal en total silencio, un silencio que no era en lo más minimo tipico en ella. ¿Tal vez había dicho o hecho algo que la molestara? Trato de recordar
las ultimas semanas, pero no podía pensar en nada.
Así mirandola, con la luz del sol de las 3 de la tarde bañandola y su mirada perdida seguramente en el recuerdo de algo que nunca le diría a él, se percató de que tenía ojeras. ¿Por qué no se había dado cuenta de que tenía ojeras? No estaría durmiendo bien seguro. 'Otra vez el insomnio seguro'- pensó él.
"¿No estás durmiendo bien?"- pregunto él, pero a ella le sonó demasiado como una afirmación y menos como una pregunta, así que no sintió la necesidad de contestar porque él ya había contestado por ella.
"Es dificil tener conversaciones contigo sino vas a contestarme"- dijo él tratando de llamar su atención, pero ella continuo sin voltear o siquiera reconocer su presencia.
"Azul"- la llamó él casi en un murmuro; por algún motivo desconocido para los dos, evitaban llamarse por sus nombres, era raro cuando el pronunciaba su nombre y aún más raro cuando lo pronunciaba con un tono tan serio.
Ella de inmediato volteo hacia él sorprendida del gesto no solo por la rareza del hecho sino porque nunca se había dado cuenta lo increiblemente bello que sonaba su nombre cuando lo pronunciaba él.
'¡Qué ridiculo pensamiento!'- se rependio ella mentalmente.
"Rojo"- contestó ella con un tono entre burlón juguetón; la mirada de él siempre le evocaba la memoria del color rojo.
Ambos sonrieron sin saber muy bien porque; tal vez era la complicidad de saber que solo ella le diría Rojo y de que solo él entendería.
"Mi madre se esforzo mucho por encontrarme un nombre, sería bueno que lo usaras de vez en cuando"- dijo él burlón levantandose del sillón, pero se dedidió por no caminar hacia ella todavía.
"No quiero que se te gaste Edgar"- contesto ella haciendo más enfasis en el nombre haciendole saber que ella tambien había cedido un poco al llamarlo también por su nombre.
Se miraron por un rato en silencio, hasta que ella se dio cuenta de que lo estaba mirando demasiado fijamente y quiso desviar la mirada, pero percibió la mirada fija de él también.
"Si me miras demasiado voy a gastarme"- le dijó ella burlona, pero él continuo mirandola con insistencia. "¿Por qué me miras así?"- dijo ella nerviosa.
"Me acabo de dar cuenta de algo"- dijo él y comenzo a caminar hacia ella.
"Ah sí. ¿De qué?"- dijo ella y se sintió tensarse ante los escasos 5 pasos que los separaban ahora.
TBC...
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