Cuando ella pasó junto a él claramente pudo percibir el olor tan caracteristico que, sin saberlo, ya había llegado a asociar con ella.
Era un olor a vainilla y chocolate y agua y sol y...
"...Azul"- y no se dió cuenta de haber dicho las palabras hasta que llegaron a sus propios oidos; el murmullo fue tan suave que ella casi no lo escucho, de hecho creyo haberlo imaginado hasta que volteo hacia él y pudo ver en sus ojos algo muy parecido a sorpresa.
Cuando sus miradas chocaron le sucedió algo muy extraño a él, una especie de memorias olvidadas inundaron su mente...

La noche que la conoció cerca de la fuente...
Sus labios soplando las cipselas de una diente de león... Como quería besarla entonces...
El vaso posado en sus labios mientras bebía otro vodka...
La sensación de su espalda baja mientras la sostenía al bailar con ella tambalandose de borrachos...
'¿Cómo te llamas?'- pregunto ella...
'Me gusta tu olor... es como de vainilla'- dijo él...
La mesita de centro que los hizo tropezar... Bendita mesita de centro que hizo que ella se aferrara más a él para no caer... ¿O sería el alcohol?...
'¿Dónde está tu cuarto?'- se oyo a si mismo preguntarle...

Su mente parecía una pelicula con una serie de escenas retropectivas de justo lo que que él no quería recordar ahora.
'Todo es culpa de ese mentado perfume de vainilla que usa ella'- pensó él, desviando la mirada, sintiendo la necesidad de esconderle su mirada porque tenía miedo que ella pudiera adivinarle los recuerdos nada mas verle las pupilas.
"¿Qué es lo que estabas gritando hace una rato?"- pregunto ella desviando el tema a proposito comprendiendo que esta era una de esas cosas de las que él no querría hablar y ella lo entendía, porque ella tenía las propias.
"Nada..."- murmuro él y soltó un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.
Ella continuo observandolo en silencio, no era todos los días que ella podía permitirse tal lujo. Admirar los musculos de su cuello que se tensaban cuando estaba ansioso y ese tic nervioso que aparecía en su labio inferior cuando no sabía que decir, también es collar de cuero negro que llevaba un crucifijo de oro...

'Hueles a cigarro'- le dijo ella mientras besaba su cuello...
La pared se sentía fría contra su espalda desnuda, pero toda ella sudaba...
'Te quiero cerca... acercate'- dijo ella mientras lo jalaba de su collar de cuero negro con un crucifijo de oro...
Sus dedos jugando distraidamente con el crucifijo mientras disfrutaba del placer de recordar la reciente actividad de sus cuerpos...
'Tienes las manos frías'- dijo él... 'Me gusta'- murmuro mientras se sumergía en el cuello de ella...

"Ya son las 4 y media, ¿ya comiste algo?"- comenzó de nuevo ella la conversación temiendo hacia donde irían sus pensamientos si ella se lo permitía.
"No..."- murmuro él aún sin atreverse a subir la mirada hacia ella.
"Haré algo de comer"- dijo ella y comenzo a caminar hacia la cocina, pero la voz de él la detuvo.
"¿Todavía lo tienes?"- preguntó él y por fin pudo mirarla de nuevo.
Ella supo de inmediato a que se refería, pero pefirió fingir demencia.
"¿De que hablas?"- pregunto ella desviando la mirada para que él no pudiera ver que mentía.
"Del dibujo..."- dijo él con una solemnidad en la voz y la mirada que ella no pudo evitar el escalofrío que recorrío su espalda.
"Sí"- se oyo a si misma responder.
"¿Dónde está?"- preguntó él y a ella le pareció imaginar algo en la voz de él que había escuchado antes, pero que no podía recordar cuando.
"Por ahí..."- dijo ella distraidamnete y se dio la vuelta.
"¿Por ahí?"- dijo él sonando un poco indignado: -"¿Así cuidas las cosas que te regalo? Ya no pienso regalarte nada mas entonces si así vas a cuidar lo que te regale; además sabes que ese..."- pero no pudo terminar su frase ya que ella lo había tomado de la mano y lo guiaba hacia su cuarto.
Cuando ella abrió la puerta él de nuevo tuvo esa sensación de estar observando la pelicula de su vida.
"La cama sigue donde la recuerdo"- murmuro sin pensarlo.
Ella, aun llevandolo de la mano, lo guió hacia un espejo, al lado del cual se encontraba enmarcado el dibujo que él le había regalado.
Se acerco hacia el cuadro, casi no reconociendolo como suyo.
Era ella, y era él y... eran muchas cosas, muchos recuerdos y era otra vez ese persistente olor a vainilla que inundaba sus sentidos.
"Fue en esta pared, ¿verdad?"- preguntó él mas para si mismo que para ella; sin embargo fue la voz de ella la que contesto.
"Sí... fue en esta pared"- contesto y pudo sentir que algo comenzaba a derrumbarse en algun lugar.

TBC...